domingo, 24 de junio de 2007

Elección...

... En tercero medio era parte de un grupo de 6 amigos, lo hacíamos todo y hacíamos nada. Tratábamos de estar juntos la mayor parte del tiempo posible, las risotadas podían escucharse a dos cuadras de donde estuviésemos y siempre hicimos lo que nos propusimos; Hoy estamos alejados, ya mas grandes y cada uno preocupandose de crecer, siempre nos llamamos y tratamos de saber del otro, es parte de la vida creo, eso de alejarse de las personas que alguna vez fueron tanto en todos los ratos y segundos que pasaron por nuestros relojes, hoy recuerdo a uno en particular...

Mi amigo Juan, tenía su pelo motudo, asi como con rulitos muy chicos, una barba cerrada que le costaba mantener afeitada y los brazos peludos, muy peludos. Su risa es característica, en clases siempre le llamaban la atención por bullicioso, su risa se parece al cacareo de las gallinas o a algo así, todo era piola hasta el día en que me contó un secreto.

Tenía miedo, siempre me habló de un cuento amoroso que tenía con una niña, pero todo era muy raro y por cosas que yo desconocía en ese rato no entendía el porque de lo imposible de la relación...
Tengo que contarte algo, te acuerdas del cuento que tengo con la mina, esa de la que te hablé el otro día? -sí, si me acuerdo-
Ya poh, lo que pasa es que ella no es ella -como así?- ella es él.

Creo que siempre lo supe, pero algo en mi esperaba que fuera él quien me diera la noticia, como lo hacía exactamente en ese momento. No necesitaba muchas explicaciones, y el entendió la confianza que existía, ese día se sumó mi mamá a la conversación y tomando su mano lloró, ambos lloraron, él de miedo y ella de angustia...

si tu sientes que esto te hace feliz y que estás seguro no hay razones para sentirse avergonzado. Ahora tienes que ser más valiente que nunca, así como lo estás siendo ahora, para que los comentarios y los prejuicios que te hagan las personas no te duelan tanto, creo que es difícil la desición que estás tomando, pero si te aprieta el pecho y la sensación es de hacer lo correcto, si todo te empuja a hacer esto, hazlo... puedes contar conmigo.

fue una de las veces en que más he querido a mi madre, en ningún momento soltó su mano y siempre lo miró a los ojos, después lo abrazó fuerte y creo que quizo hacerlo parte de ella sólo para protegerlo de todo lo que vendría más adelante.

Pasaron los años, nunca lo vi tan feliz, recorrió casi todo Chile con amigos, conoció la nieve y tuvo novios, hizo pesas se compró cremas y cuidó su pelo, se arrendó una casita con un pololo, tuvieron perros, falleció su padre, se perdió un año, se compró un terreno... el año pasado me llamó al celular... - hola, juntémonos en la playa? necesito hablar contigo- si poh, como a las 4:30? - sip - okis.
Me voy a la playa y cuando estoy llegando empiezo a buscarlo entre la gente, por más que traté de encontrarlo no pude, estaba guiándome por su espalda grande y sus jeans apretados, su pará de macho recio, de mino rico, producido, y nada. Solo un mino flaco vestido de negro volvió la vista; Era él, se acercó y lo abracé fuerte - caminemos- me dice, y caminamos en silencio largo rato, era necesario, teníamos que decirnos muchas cosas sin palabras y ese instante fue digno de un libro, nos sentamos en la arena; -siempre me gustaron las puestas de sol- son amadas, respondí.
- Tengo Sida - fue lo último que escuché antes de que se me vinieran a la mente todas las imágenes de las que alguna vez fuimos protagonistas, en mi pecho a la altura de la garganta se juntaron millones de palabras que no sabían ni entendían en que orden salir,no pude evitar que el pensamiento me hiciera una pregunta que me hizo sentir mal todo el rato ¿ que pasa si me ofrece de su bebida?, fue un segundo, fue una milésima de segundo que me hizo sentir podrida por dentro el resto de mi vida, pero fue así, me lo cuestioné y me asusté, el susto duró lo que se demoró en llegar la racionalización de esa oración, me sentí tonta, - no sé que decirte, perdóname, no se que decirte - y me acorde de mi mamá, lo abracé fuerte como haciéndolo parte de mi, quise que mis brazos lo rodearan por completo y él así lo sintió. Lloré, lloré y me arrepentí del consejo que le di hace años, de todo lo que le dijo mi madre y de las veces en que lo presenté con alguien. La forma de contagio no fue irresponsabilidad de parte de él, fue injusto, fue muy injusto y me enojé con todo en ese minuto. Él me miró, me secó las lágrimas - estoy tranquilo, si pudiera nacer de nuevo y vivir todo lo que viví hasta ahora lo haría 100 veces más, yo solo quería compartir contigo lo que me pasa, como siempre lo he hecho, porque siempre puedo contar contigo para estas cosas y no quiero que estés triste, porque yo no lo estoy -.
No podía creer la calma que vi en sus ojos, esa sensación de tranquilidad de haber hecho todo lo que quisiste y más, de haber sido tan feliz que ya nada te importa, no se si llamarlo "estar conforme" creo que yo percibí más que eso.
hoy sigue un tratamiento que lo mantiene bien, subió un poco de peso luego de estar casi puros huesos, trabaja y vive tranquilo, sus amigos no lo dejan solo y siempre que nos vemos me entrega su sonrisa, esa que me dice que todo esta bien, porque ella así lo ha decidido.

( este tema siempre me recuerda a ti)


Quién quiere vivir para siempre

No hay tiempo para nosotros
No hay lugar para nosotros
Qué es esta cosa que crea nuestros sueños que a pesar de todo se nos escapan

Quién quiere vivir para siempre
Quién quiere vivir para siempre

No hay oportunidad para nosotros
Está todo decidido para nosotros
Este mundo tiene sólo un buen momento desechado para nosotros

Quién quiere vivir para siempre
Quién quiere vivir para siempre

Quién se atrevería a amar para siempre
Cuando el amor debe morir

Mas toca mis lágrimas con tus labios
Toca mi mundo con tus dedos
Y podemos tener para siempre
Y podemos amar para siempre
Para siempre es nuestro día de hoy

Quién quiere vivir para siempre
Quién quiere vivir para siempre
Para siempre es nuestro día de hoy

Sin embargo, ¿Quién espera para siempre?