viernes, 16 de enero de 2009

Nada...

En momentos como este, la vista se me nubla, los ojos no me sirven, el pecho se me aprieta... no tengo ganas de ver a nadie, no quiero conversar con nadie, paso mi día detrás de la ventana fumando más de una cajetilla en tu nombre, he comido poco, sigo tomando té de melissa, mi colon reclama porque soy irresponsable, lo tengo claro... en este rato me da lo mismo, creo que lo hago consciente buscando la forma de que el dolor se haga físico, así me tomo algo y creo que se me pasa... pero no pasa, el tiempo se va tan lentamente que llego a odiarlo... vuelves en pulsaciones, intensas, suaves, constantes, rítmicas... vuelves en los silencios de los segundos, en la canción que suena, en la palabra del otro, en el maullido del gato, en el olor a jengibre...

Te llevo conmigo a cada momento, es lo que me queda de todo... ya me clavé los pies al piso, me cuesta no salir corriendo a donde estés... me duele estar lejos y no poder apoyarte ni apoyarme en tí en este instante... me cuesta ser fuerte, bien sabes que soy cobarde, impulsiva, apasionada quizás, pero cobarde...

sigo creyendo que es lo mejor, pero te extraño tanto ...

Prometo asumir, es la pena lo que me cuesta... quisiera estar contigo dejando atrás eso que sentimos, eso que en este rato nos impide vernos... sé que no se puede... éso es lo que me duele.

Te envío toda mi fuerza, bediciones y la paz que necesites... te quiero más que a todo en este mundo... ojalá no te olvides nunca de eso...

ahora trataré de dormir un poco... un abrazo.