miércoles, 9 de febrero de 2011

La ingratitud

No sé qué título poner a este escrito... me siento una ingrata... calmao, ya sé cómo ponerle... (escribiendo el título)
Hace casi un año que no vengo por aquí... creo. Mi necesidad por escribir no se ha manisfestado, incluso ahora no tengo ganas... lo hago porque me siento ingrata con este blog al que en un principio puse tanto empeño... me las dí de no se qué y me meti a los códigos del template, busqué imágenes, música, videos, etecé, etecé, etecé... y podría ser que del desgano me salga algo impresentable, pero no estoy ni ahí.
Podría decir que paso por un estado de bipolaridad repentina... soy felíz porque mi vida va como quiero, aunque quisiera más, porque soy ansiosa y en este rato existen un montón de "peros" de los que asumo, más de la mitad... y espero resolver de aquí a fin de año.
Mis días están llenos de amor egoísta, porque me enamoro todos los días del mismo hombre y quisiera vivir en su cuello y en su boca y en todo él... todo el rato. Me río y lo disfruto tanto que no quiero que nada lo interrumpa... entonces todos son enemigos... de ser millonaria lo tendría calato todo el día... ( imaginación!!! para! >.< !!! XP )
El mundo se vuelve cada día más loco y la gente menos consciente... eso me deprime, no entiendo en qué momento el ser humano deja de "ser humano" y se convierte en monstruo... se deforma... deja de lado totalmente su esencia... y así irreconocible, se siente poderoso y actúa de las peores formas posibles... como si su alma no se removiera cada vez que pisotean a otro... debe ser que ya no tienen alma... o quizás, como dice el amigo migraña, son reptilianos.
Voy a ver si le hecho una manito de gato a esta custión... hay cosas entretenidas que se pueden hacer parece... no tengo música de fondo esta vez... aahh!!! pero voy a dejar un temón con el que estoy pegá justamente hoy... es cebolla... pero con cualeSquieracantidadeh de actitud... lo amé.